La deuda con la niñez y la adolescencia

La pobreza infantil en Argentina alcanza al 66.5 %. Dos de cada tres niños de argentina (8.8 millones) viven en hogares por debajo de la línea de pobreza.

Se trata de la pobreza infantil teniendo en cuenta no solo la dimensión monetaria (ingresos) sino también la no monetaria (algunos de sus derechos vulnerados) El 51.5% son pobres por ingresos, el resto por no tener acceso a educación, salud o vivienda digna, según un informe presentado el miércoles 15/02/23 por Unicef.

El dato se desprende del estudio titulado “Pobreza monetaria y privaciones no monetarias en niñas, niños y adolescentes en Argentina” que fue realizado en base a datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec.

La pobreza en la infancia y la adolescencia va más allá de los ingresos. Estar fuera de la escuela, vivir en asentamientos pobres, no tener acceso al agua y saneamiento, no tener una alimentación adecuada, estar en trabajo infantil y no tener acceso a la información son privaciones que hacen que los niños y adolescentes se encuentren en una pobreza multidimensional.

La incidencia de las privaciones se agudiza en determinados segmentos de la población: hogares a cargo de mujeres, de personas adultas con inserción precaria al mercado laboral, con menores niveles educativos, y, particularmente, en los barrios populares de los grandes centros urbanos.

Las cifras nos hablan de una deuda estructural que nos interpela como sociedad. En la Argentina, son millones los niños que tienen, al menos, un derecho vulnerado. Para un gran porcentaje de estas niñas y niños significa vivir en hogares donde uno de sus padres está desocupado o tiene un empleo informal o precario, con ingresos que no son suficientes para afrontar las necesidades básicas diarias.

La gran mayoría de estos millones de chicos terminaron la escuela primaria, pero cientos de miles abandonaron la secundaria, algunos por factores socioeconómicos, otros porque necesitaron trabajar para aportar algún ingreso al hogar. Esto también es vivir en pobreza.

Muchas de las adolescentes también abandonan prematuramente la escuela porque, ante la falta de un sistema público de cuidado, tienen que dedicarse a cuidar algún miembro de su familia.

Vivir en la pobreza significa que la alimentación, para una gran parte de los niños, esté basada en carbohidratos y azúcares, que algunos niños vean suprimidas alguna de sus comidas o que el consumo de carne y lácteos sea algo esporádico en sus vidas.

Una parte importante de las niñas y niños en situación de pobreza residen en un hogar cuyo baño no es adecuado o lo comparten entre diferentes hogares o directamente solo tienen una letrina. Otros niños no tienen agua en su vivienda o beben de fuentes inseguras con las consecuencias que ello implica para su salud. Un porcentaje significativo de niñas y niños reside en una casa que se inunda frecuentemente o posiblemente tengan un basural a pocas cuadras.

Las carencias materiales y monetarias producen que muchos hogares tengan mayores dificultades para hacer frente a enfermedades o para darle continuidad a tratamientos. La pobreza también se manifiesta en la niñez a través de problemas de conducta, ansiedad o alteraciones del estado de ánimo. Incluso la evidencia es contundente en vincular la pobreza con una mayor violencia en los hogares, así como cuadros de alcoholismo, drogadicción y depresión en la adolescencia.

Discutir medidas específicas para dar respuesta inmediata a la pobreza en general y a la de la niñez en particular, debería ser hoy la prioridad de la política pública.

Urge multiplicar los esfuerzos para que la primera infancia sea el eje transversal de las políticas públicas de erradicación de la pobreza en la Argentina.

 

Comparte esta nota

Share on whatsapp
Share on facebook
Share on twitter

RELACIONADOS

La deuda con la niñez y la adolescencia

La pobreza infantil en Argentina alcanza al 66.5 %. Dos de cada tres niños de argentina (8.8 millones) viven en …

En el 2023 cada riocuartense aportará $218.096 en 2023 para financiar la municipalidad

La ciudad de Río Cuarto cuenta con aproximadamente 127.000 ciudadanos mayores de 18 año, que son en definitiva los responsables …

$6 de cada $10 de los que gastará en 2023 de los Servicios públicos no se financian con las Tasas municipales cobradas a los vecinos

El Estado municipal cobra tasas y contribuciones para brindar los servicios que son competencia exclusiva y excluyente del mismo. Es …

Ir arriba